Saturday afternoon
Aaahhh... Sábado a la tarde.
Este es un momento de ideas, un momento de planes, el momento en que todas las puertas aún están abiertas, disponibles todas las posibilidades, tentadoras todas las chances. El dulce peligro de la acción y los sentimientos cruzados. Es como si estuviera a punto de llover, al borde del caos, del desenfreno, de la noche de thriller.
La sensación de libertad es inconmesurable en este sentido, aunque pesa un poco saber que este momento, como todos los demás, se desvanecerá en el polvo del tiempo. Es harto difícil tomar un camino solo y contentarse a nivel absoluto con él.
Particularmente, en momentos de esta naturaleza me dan muchas ganas de ver a todos. Pero no puedo. Tengo que elegir. Y el momento menos libre es el momento de la elección. A lo sumo puedo hacer dos o tres salidas en una misma noche, pero más que eso es inconcebible.
Cómo te sentís vos los sábados a la tarde? Compartís esta forma de pensar? Me interesaría saberlo.
La cuestión es el pesar que implica la decisión, toda aceptación implica un rechazo a otra cosa u otras cosas, aplicándose más sobriamente el segundo caso. Y podría esgrimirse con aguda sapiencia que el momento de menos libertad es también cuando la decisión ya está tomada, porque hay algo a lo que te adherís, y siempre se siente mejor cuando estás ahderido a una forma de proceder que surgió de un autoconvencimiento que no tiene por qué ser muy esmerado, o en el mejor de los casos, una decisión que no fue tomada por vos, cuasi sinalagma.
La belleza del momento se macera progresivamente y con ella la felicidad, que, si hemos razonado a buen juicio, mediando con madurez entre las cosas que queremos hacer y los compromisos -o no- que tenemos pendientes con otras personas, volverá pero con una máscara menos retorcida y compleja, y festejaremos nuestra victoria como se debe, esto es, ahogados en alcohol.
Os saludo a vosotros y a vuestras respectivas circunstancias en el plano temporal antedicho, y espero puedan congraciarse con la bella libertad que implica!
Este es un momento de ideas, un momento de planes, el momento en que todas las puertas aún están abiertas, disponibles todas las posibilidades, tentadoras todas las chances. El dulce peligro de la acción y los sentimientos cruzados. Es como si estuviera a punto de llover, al borde del caos, del desenfreno, de la noche de thriller.
La sensación de libertad es inconmesurable en este sentido, aunque pesa un poco saber que este momento, como todos los demás, se desvanecerá en el polvo del tiempo. Es harto difícil tomar un camino solo y contentarse a nivel absoluto con él.
Particularmente, en momentos de esta naturaleza me dan muchas ganas de ver a todos. Pero no puedo. Tengo que elegir. Y el momento menos libre es el momento de la elección. A lo sumo puedo hacer dos o tres salidas en una misma noche, pero más que eso es inconcebible.
Cómo te sentís vos los sábados a la tarde? Compartís esta forma de pensar? Me interesaría saberlo.
La cuestión es el pesar que implica la decisión, toda aceptación implica un rechazo a otra cosa u otras cosas, aplicándose más sobriamente el segundo caso. Y podría esgrimirse con aguda sapiencia que el momento de menos libertad es también cuando la decisión ya está tomada, porque hay algo a lo que te adherís, y siempre se siente mejor cuando estás ahderido a una forma de proceder que surgió de un autoconvencimiento que no tiene por qué ser muy esmerado, o en el mejor de los casos, una decisión que no fue tomada por vos, cuasi sinalagma.
La belleza del momento se macera progresivamente y con ella la felicidad, que, si hemos razonado a buen juicio, mediando con madurez entre las cosas que queremos hacer y los compromisos -o no- que tenemos pendientes con otras personas, volverá pero con una máscara menos retorcida y compleja, y festejaremos nuestra victoria como se debe, esto es, ahogados en alcohol.
Os saludo a vosotros y a vuestras respectivas circunstancias en el plano temporal antedicho, y espero puedan congraciarse con la bella libertad que implica!
Así hablaba siddsteve - 18:08
6 Comments:
Hace mucho que los dias perdieron sus nombres en mi mente, hace tiempo que me di cuenta lo irrelevantes que son los nombres de muchas cosas, incluso de las personas, como te dije una vez ¨conocer a una persona va mas alla de saber su etiqueta social, pues nadie se muestra a la sociedad como realmente es¨
Hace mucho que todos los dias me resultan iguales, indiferentes, aunque en algunos tenga que estudiar y en otros no, aunque en algunos pueda salir a olvidarme de mis problemas y en otros tenga que quedarme a solas con ellos.
La livertad es decicion? estas seguro de que tenes control sobre tus deciciones? como sabes que no son mas que una reaccion quimica desencadenada desde el mismo momento en que tu existencia fue concebida?
creo que cada vez que uno se afronta a una eleccion la decicion ya esta tomada, solo hay que darse cuenta, entender la cadena de reacciones que nos llevaron a esa circustancia, y ver cual es el evidente camino que esa cadena ha de seguir. Supone que lo que digo es cierto, realmente somos libres entonces?
Hace mucho que en mi vida las deciciones se toman por si mismas, que no las pienso siquiera, dejo que mis instintos me muestren el camino correcto y pocas veces me han fallado.
“Aaahhh... Sábado a la tarde.
Este es un momento de ideas, un momento de planes, el momento en que todas las puertas aún están abiertas, disponibles todas las posibilidades, tentadoras todas las chances.”
Disponibles sí. Pero hay cosas que se anhelan, que se desean fervientemente, que se ansían con toda la fuerza del corazón y nos hacen olvidar de las posibilidades que existen. Las puertas se cierran y sólo quedan las ganas, intactas, de hacer algo, algo puntual y causante de placer inexorable. El dolor y el placer, tanto se tocan que es difícil no confundirlos. Los mezclamos, sufrimos el placer y disfrutamos del dolor, mostrándonos el irreprimible masoquismo (en mayor o menos medida) que tenemos dentro de nosotros.
No sé cuánto voy a caminar por la cuerda de la inestabilidad emocional, no sé cuándo se volverá fuerte mi espíritu otra vez. Sólo puedo cruzarme de brazos o seguir cometiendo faltas irremediables. Y eso último tienta, en el momento más extremo de la decisión. Si pensamos algo durante largo rato pero con la convicción de lo que realmente deseamos, seguiríamos como en un principio, guiados por nuestros instintos, perforados por la sed de noches de libertad. Y he aquí el punto. La libertad no es tan segura. La libertad nos da miedo, nos atemoriza sentir que tenemos el poder de manejar nuestras mentes y nuestras acciones. En realidad, no podemos hacerlo. Nuestro cerebro razona mucho más rápido de lo que creemos y queremos. Así es como nos sorprenden nuestros propios pensamientos que, muchísimas veces, van en contra de nuestra moral-cultural o nuestra “voluntad”. Yo creo que soy más libre cuando más me arriesgo sumergiéndome en lo que mis impulsos me dictan. Esto es liberar el alma de todo conflicto, redimirse ante cualquier sensación de culpa. Sigo siendo esclava de mi cerebro. Él me maneja, él esgrime tácticas y estrategias para lanzarme a la vida. Y no las conozco hasta que las veo reflejadas en mi modus-operandi.
Las desventuras nunca van a acabarse, eso es un hecho irrefutable. Pero deseo aligerar la carga de mi corazón, liberándolo, sabiendo que haga lo que haga terminaré encontrando la felicidad, o al menos una parte de ella, una pequeña porción que me permita seguir viviendo en paz, colmada de tranquilidad y alegría.
Che, se esta hablando de ¨yo¨ y de ¨el cerebro¨ en tercera persona, ¿donde radica el ¨yo¨? somos una cosa que toma algo del corazon, alma, espiritu o como quieran decirle y algo del cerebro o somos de hecho el cerebro? o todo el conjunto, donde radica nuestra identidad? podemos hablar de las partes de nuestra identidad como si fueran independientes?
Y si hacemos eso, el cerebro no seriamos nosotros, pero tambien se suele hablar de lo que el corazon quiere como si no fuesemos nosotros, como un chivo expiatorio, entonces que somos?
Sabes que estos sabados no fueron mis mas adrenalinicos...pero bien, me conformo pensando que solian serlo!
Lo detestable era ver la libertad restringida por su propia existencia...es decir, la libertad de elegir entre multiples cosas acababa por desaparecer al tener que elegir...una o dos cosas...si realmente pudiera elegir elegiria alargar el sabado, o repartir las salidas en otros dias... -.-
No funciono del todo bien mentalmente a esta hora, pero bien...nice post!
love, always, Gaia
hoy es sábado a la tarde y ya nada me sorprende.
los árboles están tan verdes en su tranquilidad.
nada me sugiere algo.
nada me excita el pensamiento.
la inercia se vuelve mi madre.
y mi imagen difusa.
quiero.
siempre algo que no está.
que ni siquiera sé si existe.
buscaré en otro sitio mejor.
hastío.
el rey de los malestares.
el spleen permanente.
lo híbrido y el amor desgastado.
esta tarde de sábado me trae estos sentimientos más que nunca.
Esto ya lo discutimos en persona y hay veces que pienso lo mismo que vos. Pero no tengo nada mas útil que decir.
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