<

3.2.05

The Creature & the Paradise



En lo profundo de un bosque hace mucho olvidado vivía una criatura.
Tan solitariamente arrastraba su vida que desconocía el tiempo, y toda lluvia, trueno, dia o noche no eran mas que extensiones de su propio ánimo. Puesto que todo lo que la criatura conocía era ella misma, no reparaba en diferenciar lo suyo de lo no suyo. Alimentábase con vegetales y frutas frescas indiscriminadamente, tomaba el agua pura de los lagos y las cascadas, y se bañaba plácidamente en la orillas, y luego, echándose mansamente sobre la roca para que el sol secara su pelaje, contemplaba a las frondosas ramas abanicándolo desde lo alto, meciéndose celosamente. Divertíase esquivando los árboles y corriendo cuesta abajo por las salvajes lomas que trazaban las lianas muertas, o trepando a un arbol muy alto para verlo todo desde arriba, absorto en una tranquilidad majestuosa. Y por las noches, llegada la hora del descanso, gustábale a la criatura buscar un suave montículo de hojas, para recostarse y ver cómo en un silencio sepulcral la Luna lo hostigaba desde el infinito. Las mañanas teñían de azul la flora toda, como si estuviese el bosque entero hundido bajo las aguas, pero eso duraba poco, porque, al regar con luz cada vez más intensa el Sol, el bosque volvíase rojo, y parecía estar en llamas. La criatura estaba convencida de que todo esto, cualquier cosa que hubiere entre el horizonte y ella, entre las nubes y las profundidades de los lagos, era tan suyo como su cuerpo, y asimismo era ella misma lo más bello que podía concebir con su pensamiento. No tenía nombre, porque nadie había para nombrarla. Encerrada en este interminable paraíso, la criatura pasaba sus días, todos idénticos por cierto, y no conocía el dolor, ni el miedo, ni la vejez.
Pasaron muchos años hasta que comenzó a notar que había perdido velocidad, y que sus garras estaban desgastadas, y sus bigotes blancos. Confundida, y mientras pensaba en esto, una roca sobre la que estaba parada cedió y cayó a un pozo oscuro y viscoso. Tendida boca arriba, sintió los filosos ojos de las estrellas atestigüando cómo experimentaba un malestar por vez primera. Y dicho malestar se articulaba en su pata derecha, que se había quebrado. Intentó ignorar esto y volver a la superficie, pero el pozo era hondo, resbaloso y traicionero. Sintió miedo, angustia, luego desesperación, y diose cuenta de que en realidad no poseía cosa alguna, y que su existencia terminaba en su propia carne. Extrañaba tanto jugar con los árboles, ver las brillantes praderas erguido sobre sus copas, tomar sol, echarse rodando cuesta abajo por aquellas delicadas lomas. Comprendió que a través de ese sufrimiento había también aprendido no sólo a extrañar sino también a valorar, y a amar. Esta masa de nuevos sentimientos inspirole a salir de ese horrible agujero al día siguiente, y con la luz solar encontró su buena suerte en una liana amiga que se prolongaba hacia afuera.
No pasaron muchos días hasta que la criatura decidió partir del paraíso y adentrarse en la maleza hacia lo desconocido, en pos de buscar un lugar más propicio para continuar desarrollando sus recientemente adquiridos sentimientos, y a experimentar nuevos. Sabía demasiado bien que un lugar tan bello sería difícil de superar, pero también que dicha belleza habíale consumido su vida. Así, contempló la mañana por última vez, aunque ya no estaba absorto por su sublimidad. Se sintió velando el cadáver de una prefección hecha pedazos por su mera y ahora caduca presencia. Adentróse entonces la criatura y su flamante madurez en la maleza, y buscó su pasado, presente, y futuro, buscó su tiempo, buscó su amor, su sufrimiento, y oportunamente, buscó su muerte. Y el pequeño tramo de vida en que hizo posible todo esto fue aún más intenso que vivir en el paraíso, pues entendió segundos antes de morir que el paraíso no era bello sino porque él quería, y que esa belleza él la llevaba a donde quiera que dirigiese sus pasos, porque habíasele impregnado irrefutablemente, la había absorbido y era suya. Y llevose la criatura toda la belleza de aquellos prados, ahora marchitos.
Así concluye esta breve historia de antaño que nos recuerda principios indelebles e inherentes al proceder de los animados y los inanimados y su recíproco intercambio.

5 Comments:

Y así habló Blogger clara elena...

parece una fábula.
creo que podrías encontrar ahí una suerte de moraleja, no?

4/2/05 19:40  
Y así habló Blogger Mynna...

es una fabula, y una muy bonia para el caso...necesito hablar contigo urgentemente.

10/2/05 01:12  
Y así habló Blogger Mynna...

Bien, y ahora voy por el debido comment a este post pidiendo disculpas por el pésimo uso de este medio para comunicarte mi horrbible desesperación.
La historia es de mi agrado...me recuerda a vos jajaja tal vez esa criatura se basa inconcientemente en tu persona...tal evz me equivoque, tal vez me digas que estoy errada pro el sólo hecho de incitarme al debate.
Tal como dijo tu madre...el final es innecesario, sólo personas de muy poco intelecto necesitarían una explicación...ya que el texto habla por sí solo.
Bien, espero me disculpes por lo mencionado anteriormente.
Kisses

11/2/05 22:47  
Y así habló Blogger siddsteve...

¿Y qué si les dijera que el final fue colocado premeditadamente para incitarlos a discordar y así obtener aquel incomprable regocijo personal al provocar que comenten y critiquen y así nivelemos una vez más nuestra imaginación, algo que me brinda un grato regocijo, y, como si eso sólo no bastara, tener la oportunidad de ejecutar una pregunta tan extensa que probablemente tengan que leerla dos veces?
No dejen que los carcoma la duda, que va a empacharse!
Gracias a todos por sus comments.

15/2/05 00:35  
Y así habló Blogger NEXUS...

Me costo mucho sacar una conclusion sobre este texto con la cual me sintiera conforme, busque diversas interpretaciones y aplicaciones, honestamente creo que el final es basicamente una trampa, se nota claramente que no fue concebido de la misma forma que el resto del texto, no solo es innecesario como dijo gaia, parece querer desviar a la mente de una cadena de razonamiento que seria inevitable si este final no estubiera, como una distraccion a un comunicado inconciente que luego trataste de tapar... por ahi me equivoque y lo unico que querias era que todos nos rompieramos el coco pensandolo

16/2/05 19:52  

Post a Comment

<< Home

Hit Counter
Web Site Counter